Ago 19

Acerca de la meditación con Kalu Rinpoche (transcripción parte 3)

Kalu Rinpoche: Cuando intentamos meditar, muchos de nosotros tratamos de contemplar algún tipo de estatua de Buda, pinturas suyas o algo así. Y creo que el primer paso, cuando estás tratando de meditar, es tratar de mantener el objeto, sea cual sea el objeto sobre el que te estés concentrando, trata de mantenerlo lo más simple posible. Eso es muy importante. No intentes hacer meditaciones con visualización de inmediato; trata de meditar primero sobre un soporte físico.

Un objeto muy simple. Puede ser un trozo de piedra, una pequeña estatua de Tara, una estatua de Buda, una estatua de Avalokiteshvara o de cualquiera que sea. Tiene que ser cualquier tipo de objeto sencillo. Y luego, simplemente, concentra tu mente en ello. Nada más allá, nada más acá; simplemente eso. Si tu mente está pensando más allá de eso, o antes de eso, tu mente está distraída.

Hay dos tipos diferentes de distracción.

Hay una distracción ordinaria, donde escuchas el sonido de la puerta cerrándose, el sonido que los pájaros hacen en la ventana; el sonido de tu cafetera, o el té, o el agua caliente hirviendo en tu apartamento… Estas son las distracciones ordinarias con las que podemos interactuar con mucha facilidad; las podemos notar con mucha facilidad.

Luego hay una segunda capa de distracción —que en la práctica tibetana, la práctica del budismo tibetano o la práctica de enseñanza del Señor Buda, no importa— la llamamos “la corriente oculta“. Es mucho más sutil, y de hecho, se convierte en el principal obstáculo a lo largo del viaje espiritual.

Entonces, cuando te dices que estás “tratando de meditar“, no importa si tu camino es la atención plena o si es la búsqueda espiritual o el ser un practicante budista. Tienes que reconocer estos dos tipos diferentes de distracción. La distracción ordinaria y la distracción oculta.

Si no reconoce estas dos, sea lo que sea en lo que hayas estado meditando en estos últimos 30 o 45 minutos, en esa sesión en particular, puede convertirse en una actitud egoísta con el paso del tiempo. Donde le dices a otras personas: “Mírame, hice tanta meditación. Mírame, lo hice tan bien. Mírame, estoy mucho mejor que antes, durante mucho más tiempo”. Entonces meditar se convierte en ejercicio de autobombo. Un viaje del ego y también en una actitud egocéntrica. Con el tiempo se convierte en ese tipo de realidad.

Por lo tanto, es muy importante reconocer esta distracción ordinaria y la distracción oculta. Si reconoce estas dos, al menos tendrás una mayor posibilidad de ir en la dirección correcta. Eso es muy, muy importante.

 

Continuará …