Entonces, la razón por la que quería enseñar este yoga es porque cuando empezó esta pandemia, en el 2020-2021, y que todavía sigue en curso, veía a muchas personas bebiendo mucho. Cuando se bebe mucho, a nivel mental es como si apretáramos un montón, como un globo en el agua que se aprieta, lo que hace que luego te vuelvas muy depresivo y busques algún tipo de rápida solución o liberación ya que te ves incapaz de aguantar esa realidad. Y lo veo en Facebook, Instagram, y en general en mucha gente. Entonces pienso que necesito encontrar algo, proporcionar algo, dar algo, compartir algo que sea de mi experiencia. No una especie de “Lo sé, leí algo sobre esto en un libro; repitámoslo de nuevo”. No quiero hacer algo así, sino que quiero ofrecer algo que realmente haya experimentado y que pueda compartir con la gente.
Entonces pensé en el yoga de Niguma ya desde el año pasado. Pero luego pensé: “Entonces, ¿cómo puedo dar? ¿Cómo puedo enseñar? ¿Está realmente permitido o no?“. Así que hablé con algunos eruditos, alumnos del anterior Kalu Rinpoche, como la Lama Sarah Harding y el profesor Robert Thurman, con los que hablé indirectamente, y también con otros alumnos anteriores de Kalu Rinpoche. Así es como supe que Su Santidad el Dalái Lama ya empezó a promover el yoga tibetano hace 20 años. Hay un templo detrás del Potala, en la isla del lago, donde hay una pared en la que está pintada toda la instrucción del yoga, y un fotógrafo que hizo fotografías de todo ello le preguntó a Su Santidad el Dalái Lama si podía publicarlo, porque no se trataba solo de unas cuantas fotos, sino de toda una cultura que lleva aparejada, y Su Santidad el Dalái Lama [no solo dio su permiso sino que también] incluso escribió el prólogo de ese libro, que se publicó hace ya como 20 años.
Y yo me digo a mí mismo: “¿Qué estoy haciendo? ¿Por qué estoy esperando?“. Y Su Santidad decía abiertamente: “Tengo que promover esto; tengo que decirlo; tengo que hacérselo saber; porque el yoga, el yoga de Niguma o cualquier otro tipo de práctica de yoga, no tiene nada que ver con ser algo secreto, sino con conectar fuertemente el cuerpo y la mente, para que pueda beneficiarlos”, y ese fue su comentario. Entonces, basándome en eso, me dije: “Está bien. Realmente necesito seguir adelante con esto“.
Pero también quiero tener cuidado, porque algunas personas meditan un poco y luego dicen: “Oh, la vacuidad”, e inmediatamente te intentan vender un boleto. “Oh, tengo un gran nombre”, oh, vende un boleto. “Oh, le puse un gran título a mis enseñanzas”, vende un boleto. ¿Entiendes lo que quiero decir? Entonces, cuando yo enseño yoga quiero asegurarme de no ir en esa dirección. Aunque otras personas se pierdan en eso, ya sea que pierdan el camino del Dharma o no, al menos yo no debería perderlo. Tengo que asegurarme de que mi mente no se corrompa; tengo que protegerme; ¿entiendes? Así que no se trata solo de ti, se trata de mí. De que necesito protegerme, ¿sabes?
Por eso en Berlín hicimos algo así, hace un año, durante el periodo de confinamiento. Nos reunimos en un parque —porque no tenemos centro— nos reunimos en el parque y continuamos encontrándonos allí una y otra vez. Y luego, después de un tiempo, lo hicimos en el centro de otra organización diferente de la nuestra, que generosamente nos ofrecieron la sala gratis, para que pudiéramos hacer el yoga que estaba enseñando todo el día, desde por la mañana hasta por la noche. Eso fue algo magnífico. Y ahora van a hacer de ello un programa de estudios continuo, con su propio programa de reuniones. Así que ahora tenemos una Alemania Shangpa Kagyu.
Al principio pensé que haríamos shamata, vipassana, pero luego creí que necesitábamos algo más intenso. Necesitábamos inspiración, traer algo para conectar dentro de ellos más que bajar la cabeza. Ahora entiendes toda la historia de por qué empecé estas enseñanzas.
Kalu Rinpoche
Yoga de Niguma – Paldenshangpa La Boulaye Francia – 11 de junio de 2021
Continuará…
Comments are closed.