Ahora, volvemos al tema de la devoción. Para mejorar tu práctica, necesitas devoción.
Es también mi propia experiencia personal con mi gurú, Situ Rimpoché, el que me reconoció, el que en mis momentos más difíciles o en mis mejores momentos siempre está ahí, en el que puedo refugiarme, al que puedo ir y pedir consejo. Esa es una señal genuina de un verdadero maestro. Y entonces la devoción viene por sí misma.
Tenemos la expectativa de que cuando pensamos en la devoción, pensamos que tiene que ser un viaje muy dulce, suave y gentil. Pensamos así. Creemos que es así pero no es cierto.
Por ejemplo, si miras la historia de Milarepa y Marpa Lotsawa, Milarepa tenía pensamientos constantes sobre el samsara, no podía ser paciente y sentirse cómodo. Pero tenía esta devoción pura y genuina por Marpa Lotsawa. Como fue paciente con esa devoción pura, continuó recibiendo todas las grandes enseñanzas y luego se convirtió en el mayor maestro tibetano de la historia.
La devoción no siempre es un hermoso viaje. En primer lugar, la devoción no es algo con lo que se deba comenzar. Y una vez que tienes devoción, no es algo que siempre pueda ser emocionante y feliz todo el tiempo. Es un viaje imperfecto. Pero tú, que tú mismo mantengas una devoción pura al Buda Dharma, es muy importante. Luego, tal como Su Santidad repite todo el tiempo: “Sin una fe ciega, con un sentido de sabiduría intelectual, la comprensión de uno mismo es lo importante”. Y éso es todo.
Con amor y respeto de Kalu Rinpoche
2 de agosto de 2019
Primer Shangpa Kagyu Monlam en Norteamérica
Comments are closed.