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Kalu Rinpoche | Entrenando tu mente – Shamata. Parte 3 de 3 | Podcast 03 (Transcripción)

Podcast de Kalu Rinpoche – Episodio 3-2 de diciembre de 2020 (7 min) – Shamata parte 3 de 3

Hola a todos, este es el podcast de Kalu Rinpoche y gracias por estar aquí conmigo nuevamente.

Y cuando estés haciendo una meditación de calma mental, al exhalar, simplemente enfoca tu mente con una actitud suave. Y cuando inhales, simplemente inhala. No es necesario pensar en cuánto tiempo tiene hay que inhalar; no es necesario pensar en cuánto tiempo tiene que exhalar. Simplemente exhale e inhale.

Y si eso es muy difícil o resulta todo un desafío, simplemente ponga una estatuilla del Buddha enfrente, y simplemente concéntrese en esa figura de arriba a abajo y luego de abajo a arriba. Simplemente concentra tu mente en eso. Sin nada antes de eso y nada más allá de eso. Simplemente eso.

Y esto es lo que se llama práctica de Shine. El método de la meditación para calmar la mente. Puede utilizar como soporte cualquier objeto que desees. Pero lo más importante es no chismorrear con uno mismo con la proyección de los pensamientos que tengan lugar. Simplemente hay ser el reflejo de los mismo y solo ser su testigo. Ver toda la proyección de los pensamientos tal y como es; como un reflejo de todos los distintos pensamientos pero sin tener ningún tipo de prejuicio al respecto. Y eso es todo.

Si haces un ciclo de inhalación y exhalación, intenta hacerlo durante siete respiraciones al menos. Aunque lo mejor es no llevar la cuenta al principio. Trata de establecerte, de crear una base. Primero hay que desarrollar una sensación de estabilidad. Contar las respiraciones puede venir luego. Muchos practicantes espirituales tienen una obsesión por contar. Contar nunca es parte de realizarse. Nunca hubo maestros o grandes practicantes en el pasado que lograron más realizaciones por contar más o menos. Lo que es importante es mantener una continuidad en la práctica. Esa es la clave para alcanzar el estado en la mente de la realización.

La distinción entre la mente ordinaria y la realizada es que en la mente ordinaria siempre estamos bajo la influencia de la ilusoriedad, de la proyección de los pensamientos, y aunque captamos la idea de la proyección de pensamientos, justificamos muchas de nuestras acciones en base a eso sin saberlo, debido al estado de ignorancia. Entonces, la distinción entre un ser realizado y un ser no realizado es que el ser realizado está simplemente presente, sin influenciar de ninguna manera la proyección de los pensamientos. Todo lo que surge es un regalo de la naturaleza de la mente.

Y los seres ordinarios, en cambio, somos incapaces de mantenernos en nuestro propio terreno, y simplemente nos aferramos a nuestras emociones. Y la misma razón por la que estamos persiguiendo y aferrándonos a nuestras emociones se debe a nuestro ego, orgullo e ignorancia. Pero para superar todo eso nunca juzgues a todas las emociones como negativas. Hay que observar la negatividad de las emociones gradualmente, con tu propio examen. Nunca juzgues las emociones negativas en sí mismas como emociones negativas o malas emociones. No las etiquete, porque esa no es la solución. No odies tus emociones negativas; no te aporta ni te ayuda en nada.

Por lo tanto, en lugar de odiar y señalar con el dedo nuestras propias emociones negativas, es muy importante que las examines gradualmente. paso a paso.

Creo que con esto es suficiente por ahora. Quizás algunos de ustedes ya se han quedado dormidos. Quizás otros estén realmente disfrutando de la meditación. Pero el problema es que, si estás disfrutando con la meditación, parece que tu mente está distraída. Para estar en un estado verdaderamente meditativo, para estar en el estado de meditación, no debes tener ideas de disfrute o no. Debe tener esa no-idea en la que simplemente estás presente, con la actitud de ser un testigo y al mismo que mantienes una actitud amable en todo momento.

Para tener esta actitud tranquila y gentil es necesario ver toda la realidad del sufrimiento tal como es, sin exageraciones, sin señalar con el dedo. Simplemente viendo el sufrimiento y la realidad del sufrimiento tal como es.

Y eso es todo por esta vez. Pronto nos vemos de nuevo, el próximo miércoles. Mis mejores deseos para todos ustedes. Gracias por escuchar, y hasta luego por ahora.