El sentido de la impermanencia es el de tener una sensación de lejanía con respecto al aferramiento al ego. Por lo tanto, pueden encontrase tres etapas.
Primero, todo lo agradable que podemos saborear, oler, escuchar…, en lugar de aferrarnos a ello con todas nuestras fuerzas y decir “¡Oh, quiero más!“, en lugar de correr buscando más, trata de recordarte: “Todo lo que he olido, escuchado, saboreado o sentido, toda esa experiencia que realmente me parece tan placentera, ya se ha acabado“. Así puedes comenzar con las sensaciones físicas, y aplicar el sentido de la impermanencia con este tipo de toque muy suave. Creo que esto es muy útil.
Luego puedes intentar seguir con su aplicación al examinar la proyección de tus pensamientos. ¿Dónde está la proyección de los pensamientos? ¿Cuál es la proyección de los pensamientos? ¿Cuál es la forma de la proyección de los pensamientos? ¿Cuándo aparece? ¿De dónde aparece? Y una vez que la proyección se disuelve, ¿dónde se disuelve? Observa solo eso realmente. Es entonces cuando tendrás la realización de que no hay tal proyección de pensamientos ni de que existan como una forma sólida y real.
Así que cuando desarrollas esa mentalidad y te surge un momento de muchísimo enfado, entonces podrás decirte: “Este enfado no es la solución. Debería superar esta sensación de la emoción del enfado“. Y así, cuando tienes este desarrollo suave y luego te enfrentas a la ira, no tienes la idea de “Esta ira es mala” o “La ira es buena“, en cambio tu juicio se vuelve muy claro y te ofrecerá parte de la solución.
Ahí es cuando tendrás la capacidad de superación… De cada cien, tal vez 20 veces podrás superar tu ira, tristeza, soledad u otros momentos difíciles.
Con amor y respeto de Kalu Rinpoche
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26 de Enero 2020
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