Para ser un “buen budista” necesitamos tener una comprensión básica de, ya sabes, la realidad del sufrimiento y una verdadera comprensión del significado de la renuncia. Eso es muy importante como practicante, ya sabes. Y creo que es muy importante que cuando nos involucramos en las comunidades budistas y las organizaciones budistas y los centros de Dharma, es realmente importante tener algún tipo de reconocimiento del apego y de cómo funciona. Pero el hecho de que hayas reconocido el apego en sí, o reconocido su propia existencia, no significa que este vaya a desaparecer pronto.
Así que creo que es muy importante aceptar que el apego continuará existiendo, ya sea que lo ignores, lo reconozcas o no. Seguirá existiendo.
Entonces, tener ese tipo de mentalidad abierta es muy importante para llegar a donde quieres llegar eventualmente, en el camino de la espiritualidad, el camino del Dharma. Ser emocionalmente inestable no es renunciar. Tener muy claro cuál es la realidad del sufrimiento y cuál es el significado de la renuncia, y mantener ese tipo de sensación estable a largo plazo te hace llegar finalmente al destino al que te gustaría llegar: comprender el significado de la alegría para entender el significado de la felicidad.
Porque si tratas de rechazar la idea del apego, cada momento que está a punto de aparecer o aparecer o reflejarse en tu vida, es un poco como cortarte en pedazos. Realmente no te ayudará, ¿sabes? Por lo tanto, en lugar de exagerar la existencia del apego, es muy importante analizar la sensación misma del apego en lugar de centrarse en el objeto que aparece como resultado del apego. Eso es algo muy importante de entender.
Muchos de nosotros, por supuesto, tenemos diferentes objetos materiales —algunas personas tienen menos, algunas personas tienen más—, pero de cualquier manera, el apego existe. Y mientras exista el apego, seguirá existiendo el sufrimiento. por lo tanto, para superar el apego necesitamos examinar la existencia misma del apego. No del objeto que aparece como resultado del apego sino de la existencia misma del apego. Esto es muy importante. Y la existencia del apego es la ilusoriedad de la mente junto con la falta de claridad y la falta de sabiduría. Cuando tienes falta de claridad y falta de sabiduría, y falta de comprensión de cuál es el verdadero significado de la felicidad, entonces tienes la una idea falsa de lo que podría significar la felicidad. Y luego, si vives bajo la ilusoriedad, aparece el apego, la sensación de apego.
Por lo tanto, es muy importante que todos entendamos que el apego no es algo a lo que debas culpar, no es algo que debas exagerar, no es algo que debamos sacar de nuestra mente, no es algo que tiene que hacerte emocionalmente inestable o de lo que sentirse culpable por ello. Tiene más que ver con la comprensión de la existencia misma del apego, ¿de dónde viene? ¿Debido a lo que aparece como es? La sensación misma del apego es lo que importa, más que el objeto, y creo que es importante entenderlo y tenerlo claro. Y luego, esa comprensión al principio puede ser incluso muy rígida, y con el tiempo, a medida que continúas con tu progreso, esa comprensión de la existencia misma del apego puede volverse más y más y más y más sutil. El apego no “desaparece”, como ya he mencionado, seguirá existiendo, pero la forma en que manipula tu realidad y tus decisiones y tu percepción cambiará a medida que continúes con la práctica, a pesar de que ese impacto, esa ilusoriedad y esa falsa realidad debido al apego se seguirán creando con el tiempo, ¿sabes?
Por lo tanto, es muy importante tener este tipo de continuidad de esto, de cualquier práctica que estemos haciendo, ya sea meditación, ya sea Shamatha, o Vipassana, ya sea práctica de la Deidad o la visualización basada en la compasión, ya sabes. Es muy importante tener algún tipo de base muy sutil, manteniendo su propio desarrollo, y creo que eso es realmente importante.
Transformando nuestra emoción ordinaria en claridad por Kyabje Kalu Rinpoche
Asociación Hawái de Budistas Internacionales – sábado 19 de febrero de 2022
Continuará …
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