Pero aquí también hay que tener cuidado, porque algunas sensaciones positivas aparecerán aquí y allá, y hay que evitar cometer el error de no distinguir entre “lo que es la realización” y “lo que es el vislumbre de la experiencia”. Porque a nosotros, desde que crecemos, se nos dice que “podemos ser felices o podemos ser infelices, podemos estar deprimidos o podemos estar emocionados”. Ponemos muchas limitaciones en nuestra mente en el sentido de “cómo podemos o deberíamos vivir la vida o cómo no debería ser la vida”. Ponemos muchas limitaciones a nuestra mente, a lo que podemos y no podemos hacer. Cómo debe ser la vida y cómo no debe ser. Tenemos esa mentalidad de comodidad, de que tenemos que adaptarnos a eso durante todo el tiempo desde que nos integramos en la sociedad. Y, por supuesto, el hecho mismo del apego, que se remonta a la vida anterior.
Así que no esperes cambiar muy rápido. Y aun más, no te equivoques entre lo que es “echar un vistazo a la experiencia” y “lograr la realización”. La diferencia es que cuando tengas “un atisbo de experiencia”, vendrá una experiencia hermosa, una experiencia dichosa, déjalo ir. No tienes que rechazarlo, ni que hacerlo funcional. Aprecia ese mismo momento de experiencia, cualquiera que sea la experiencia dichosa que puedas lograr.
A veces puede que vayas simplemente caminando por la calle y al ver las hojas cayendo al suelo, te dices: “Ah, eso también es impermanencia”, y sientes una especie de gran vacío y de comprensión de ti mismo. No de la naturaleza de la mente, no cometas ese error. Sino como de una especie de inmensidad, de espacio, algo así.
Y luego puede que veas gente peleando y te dices: “Ah, esa es la realidad del sufrimiento”, algo sobre lo que puedes reflexionar poco a poco, poco a poco. E incluso a veces podemos tener algún tipo de experiencia profunda, pero todavía diría que no es más que “echarle un vistazo a la experiencia”.
Por lo tanto, no cometas el error de confundir “la realización” con “un atisbo de experiencia”. Y con el “atisbo de experiencia”, también hay una diferencia, y es que, a veces, “el atisbo de experiencia” puede permanecer de un momento a otro, puede permanecer durante meses y años, aunque eventualmente desaparecerá, por lo que aún eres vulnerable a caer en la trampa.
¿Por qué te digo esto? Es porque muchos grandes maestros en el pasado, a lo largo de la historia, se han encontrado con muchas deidades iluminadas en su visión, en su mente, y aun así todavía cometen muchos errores terribles. Así que debes entender eso: el hecho de que veas una visión de la deidad, o un ser iluminado, no significa que ya estés completamente liberado.
Ha habido muchos grandes maestros a lo largo de la historia que, si lees su biografía, se han encontrado con algún tipo de deidad iluminada, y que incluso si son capaces de realizar algún tipo de milagro, aún son vulnerables a cometer errores; son vulnerables a caer en la trampa. Por lo tanto, “vislumbrar una experiencia” puede permanecer unos segundos en la mente, dependiendo de cómo percibas la realidad, o quizás un año o dos, o meses, semanas o días.
Pero una vez que obtienes la realización, entonces tienes esta continuación de la conciencia, sin ninguna fuerza, sin ningún deseo o incluso un deseo sutil de “querer tener conciencia”, simplemente tienes una conciencia genuina en todo momento.
Ese es el significado de la realización; ¿OK?
Transformando nuestra emoción ordinaria en claridad por Kyabje Kalu Rinpoche
Asociación Hawái de Budistas Internacionales – Sábado, 19 de febrero de 2022 (27′ 52”)
Continuará …
Comments are closed.