Feb 28

Kalu Rinpoche | Yoga 1 – Ejercicio de respiración (transcripción)

Podcast de Kalu Rinpoche – Episodio 6 – 3 de febrero de 2021 (23 min) – Yoga 1 – ejercicio de respiración

Hola a todos, este es el podcast de Kalu Rinpoche y gracias por estar aquí conmigo de nuevo.

Este episodio va sobre la práctica del yoga, y por un lado voy a darte algunas explicaciones y por otro también te voy a guiar y vamos a practicar juntos. Así que os voy a explicar el propósito, el método en sí y el beneficio en el que creo que resulta.

El origen de éste ejercicio viene de Niguma. Ella era un ser iluminado que existió hace mil años en el norte de la India, Cachemira, y es la que la transmite estas enseñanzas a nuestra tradición,  que ha ido pasando de generación en generación, y de la que actualmente yo soy su sostenedor, del linaje de la tradición Shangpa –la tradición Shangpa Kagyu o el linaje Shangpa lo llamamos–. Y ahora, yo solo quiero compartir mi experiencia y mi método de práctica personal, basados en lo que yo mismo he ido acumulando en términos de experiencia sobre mi propia practica de los ejercicios de Niguma. Y este es el método que os voy a enseñar a todos vosotros.

Yo soy muy malo a la hora de venderme, de promocionarme. Hay muchas organizaciones por ahí que son muy buenas con el marketing y las relaciones públicas y todas esas apariencias en las redes sociales; yo no soy muy bueno con eso. Mi única intención es dar a conocer la verdad, transmitir el método y, con suerte, que lo practiquéis, lo preservéis, lo valoréis y lo respetéis, con una mentalidad pura, humilde y una actitud gentil, todo ello junto y unido, aumentando la sabiduría y las cualidades de la mente a medida que pasa el tiempo para tener cada vez más una bondad amorosa hacia todos los seres sintientes según vuestras cualidades positivas se desarrollan con el tiempo.

Este método es un ejercicio de respiración y también un entrenamiento mental y un ejercicio de yoga, todo junto.

Creo que lo más importante en lo que debes fijarte es en el aire. El aire que respiramos. Si tu respiración es estable, tu mente es más estable por sí misma. Si tu respiración es estable y tranquila, tu mente se vuelve estable de manera natural. Están interrelacionadas, al igual que todas las apariencias externas también están interrelacionadas. Por lo tanto el cuerpo y la mente están interrelacionados. Ambos ni son una unidad ni están separados, sino que están interrelacionados.

Esta base, la de que todo está interrelacionado, tenemos que usarla en nuestro propio beneficio. No con soberbia, no con una actitud competitiva, no con una actitud agresiva, no con odio o celos o inseguridad. Más bien con alegría y pasión, junto con la mentalidad de permanecer contento y satisfecho. Podría estar pensando que: “¿Tal vez tenga que practicar mucho para obtener esto, ¿tengo que recibir transmisión, tengo que recibir pautas?“.

Bueno, te voy a dar una pauta. Me voy a adaptar de acuerdo a nuestro tiempo, mientras estás escuchando mi podcast. En el pasado decíamos, o sea, en el texto tradicional dice que: “Si no has conocido a un maestro o a un método para practicar, entonces eres desafortunado, te falta karma positivo“. Pero en estos días no creo que haya una falta de karma positivo por ello, porque todos vosotros podéis escuchar muchísimas enseñanzas espirituales en todo el mundo, y de forma gratuita además. Entonces creo que a ese nivel todos somos afortunados de tener todo este acceso a la información sobre el desarrollo espiritual y sus diferentes métodos.

Así que volviendo al método simple que he elaborado a partir  de mi propia experiencia personal, este es un método que trae tranquilidad a la mente. Cuando hay calma en tu mente, hay calma en tu cuerpo, y en el estado mismo del cuerpo.

Por lo tanto, nuestro primer paso, ya sea que estés sentado en una silla, en postura de meditación, con las piernas cruzadas o cualquiera que sea tu postura, lo más importante que debes hacer es mantener la espalda recta. Pero no con una actitud militar rígida, porque eso ya no es recto, es rígido. No te estoy pidiendo que seas rígido. Te pido directamente que te relajes. Esa es la diferencia.

Muchas personas, cuando voy al templo, he visto que cuando las dicen que hagan una meditación, su cuerpo siempre está muy rígido. Algunas están completamente relajadas, sin ninguna disciplina interna ni externa, completamente abandonados. Y luego está el otro grupo de personas que son extremadamente rígidas. Ninguna de estas dos aproximaciones es muy útil en este momento. Así que no recomiendo ninguna de estas dos porque no son un método en absoluto.

Por lo tanto, en este método te pediré que mantengas la espalda recta y con una postura suave, no rígida. Cualquier cosa opuesta a la rigidez es buena. Porque si tienes rigidez en tu cuerpo, y por lo tanto, en tu mente, entonces sientes que el viaje espiritual es como una obligación, no como una libre elección, no con una mente abierta o libre. Tu mente se endurece y la dices que tiene que pensar y que creer. Así tu mente no es libre. Así tu mente está contaminada. Contaminada por los medios de comunicación, contaminada por las ideas religiosas, ideas ambientales, ideas de redes sociales, ideas familiares, ideas de relaciones, ideas de salud, ideas de vida, ideas de futuro, ideas de miedo, ideas de orgullo, ideas de odio, ideas de celos. Nuestra mente está contaminada con tantas y tantas ideas.

En todos los niveles de nuestra vida cada uno tiene su propia verdad, su propia versión de la verdad, y los límites de sus propias capacidades. Pero en este momento necesito que te concentres sin rigidez, sin ilusoriedad en la mente. Y puede que te preguntes: “¿Cómo estar menos contaminado en nuestra mente?“. No se trata de cómo piensas, de que de alguna manera tuviste tanta suerte con tu forma de pensar y de que encontraste este método mágico. Eso no es lo que te estoy pidiendo. Lo que te estoy pidiendo que hagas es, que si te apetece en este mismo momento, mantengas la espalda recta, y luego pongas las dos manos sobre las rodillas, ya sea que estés sentado en una silla, o en la cama, o en la postura de meditación; pero no acostado ni dormido, aunque si no tienes otra opción, si tienes algún problema físico, entonces puedes hacerlo, no es un problema.

Tienes que mantenerte opuesto a la rigidez y opuesto a la pereza. Cuando hay falta de pereza, entonces tu mente está despejada. Cuando hay menos obligación y rigidez, entonces tu mente está libre y relajada por sí misma. Pero antes de llegar a hablar de libertad y felicidad, debes estar libre de la sensación de obligatoriedad. Y para estar libre de esa sensación de estar obligado, debes reconocer que si estás haciendo una práctica espiritual con rigidez, con rigidez en tu mente y cuerpo, si tu mente se une a la rigidez en tu método o en tu práctica, o en tus creencias, o en tu disciplina física, entonces tu mente no es libre, no está relajada. Así que comprender estos detalles antes y después es un detalle muy importante que debemos tener en cuenta en nuestro método.

A menudo pensamos que “nuestras emociones son malas, el apego es malo“. Simplemente lo vemos como algo negativo y no lo analizamos. Simplemente decimos “eso es malo” y esperamos que desaparezca solo porque lo vemos como algo malo. Pero en realidad, al igual que los seres humanos que no nos gustan no desaparecen solo porque no nos gustan, pues  nuestras emociones existen exactamente igual: solo porque reconozcamos que son negativas o dañinas no significa que vayan a desaparecer por sí solas. Eso es algo que tienes que entender.

Tenemos que entender la existencia misma de las emociones no se puede cortar hasta que cambies tus hábitos, hasta que cambies tu forma de pensar, hasta que cambies tu forma de pensar sobre cómo practicar, sin rigidez.

Así que esta es la guía que estoy a punto de enseñarles, ya sea que estés en postura de meditación o en cualquier otra postura que haga tu mente esté tranquila y despejada, sin opacidad.

El método de la primera práctica es simplemente permanecer recto y sin rigidez. Y luego, manteniendo la boca cerrada, exhala por la nariz, con la mayor lentitud que te sea posible. Cuando exhales por la nariz, relaja los dedos y abre la mano. Y cuando inhales, vuelve a cerrar el puño con el dedo pulgar dentro de la mano.

Lo más importante es que cuando exhales, exhales con una completa suavidad. No hay necesidad de hacer nada con urgencia. Cuando inhales, inhala de la misma manera: lenta y suavemente. Y lo repetimos así siete veces. Te mostraré cómo. [PRÁCTICA DE YOGA].

Siete veces, o hasta que sientas que está bien, pero no más de diez.

El siguiente paso es limpiarse las manos. Hacemos un gesto como si nos estuviéramos limpiando las manos, como si cogiéramos un jabón entre las dos manos mientras pensamos en limpiarnos las manos, e imaginamos al mismo tiempo que toda la negatividad que hemos acumulado se disuelve y todo ello queda atrás. Y luego volvemos a poner las manos sobre las rodillas y exhalamos de nuevo. Lo mismo. Lentamente, suavemente.

Pero esta vez, cuando exhales e inhales, lleva el aire a tu estómago, a la parte inferior del estómago. Intenta hacer fuerza desde la parte inferior del estómago e intenta presionar desde la parte superior del estómago, y trata de retener el aire suavemente en el medio mientras haces un movimiento circular de todo el abdomen en sentido de las agujas del reloj, siete veces. Tu espalda se moverá, la parte frontal de tu pecho se moverá y la parte frontal del estómago también se moverá. Simplemente haz un movimiento suave siete veces en el sentido de las agujas del reloj. Y tras hacerlo siete veces en una dirección, haces el giro opuesto, en sentido contrario, otras siete veces. Luego exhalas y lo repites tres veces. Gira el área del estómago; no del todo, no demasiado. Solo haz un pequeño gesto, un pequeño movimiento, y asegúrate de que tu mente esté en calma. Hazlo conmigo. [PRÁCTICA DE YOGA]. Exhala y relaja tu mente.

Y este es el pequeño yoga del que hablaba al principio. Este es un método fácil y simple que preferiblemente deberías hacer por la mañana, antes de cualquier comida. Simplemente siéntate, haz una ofrenda de incienso, de una vela si la tienes, o si no la tienes puede ser una flor, colócala frente al altar, o frente al Buddha, o frente a cualquier ser espiritual iluminado en el que tengas fe. Y luego haz esta práctica que te acabo de enseñar.

Te repito: primero exhala e inhala siete veces. Así. [PRÁCTICA DE YOGA]. Luego, suavemente por unos pocos segundos, limpia tus manos. Luego vuelve a llevar las manos a las rodillas y exhala e inhala suavemente, no demasiado, y haz los giros en el estómago. Solo un poco. No muy fuerte, solo un poquito. Haz un pequeño movimiento corporal, y junto con él, tus hombros se moverán un poquito. Simplemente haz un movimiento suave, ni demasiado rápido ni demasiado lento. Siete veces en el sentido de las agujas del reloj y otras siete veces en sentido contrario. Te lo demostraré en el ejemplo adjunto que puedes ver en el vínculo. [PRÁCTICA DE YOGA].

Cuando termines, te dices a ti mismo: “Todo es impermanencia; dedico este y todo momento positivo y pacífico a todos los seres sintientes, para que un día tengan la oportunidad de alcanzar el estado de la felicidad y la satisfacción”.

El resumen de todo esto es: Primero inhalar y exhalar siete veces, suavemente, lentamente, hasta el final. Segundo, limpiarte las manos y pensar que limpias así todas las negatividades. Tercero, girar tu cuerpo en el sentido de las agujas del reloj siete veces, mientras estás sentado, obviamente, y luego otras siete veces en el sentido contrario a las agujas del reloj. Eso es todo lo que tienes que hacer. Y lo más importante, el punto clave aquí, es que cuando inhalas y retienes el aire, no lo retienes a la altura de tu cabeza sino a nivel del estómago, y cuando el aire mismo trate de elevarse desde la parte inferior de tu cuerpo, hay que empujarlo leve y suavemente desde la parte superior hacia abajo. Eso es lo más importante.

Si lo haces mal tendrás dolor de cabeza. Entonces, al menos, podrás saber por ti mismo si lo estás haciendo bien o mal.

Así que eso es todo por esta vez. Probablemente sea ya bastante largo. Os veré la próxima vez. Os deseo todo lo mejor.

Gracias por escuchar, y hasta luego por ahora.