Jun 22

Shangpa Gurtso ‘El Rapto Eterno’ | Buddha Sostenedor del Vajra

El sexto conquistador, el gran Buda Sostenedor del Vajra, señor que abarca todas las Familias Iluminadas, cantó esta canción de versos vajra sobre la naturaleza permanente a su propia emanación que es la dakini de sabiduría [Niguma]. Y con el sonido innato de la naturaleza no nacida, nos muestra la existencia cíclica y la trascendencia como la naturaleza del Gran Sello:

Gran felicidad, espontáneamente presente y sin elaborar—
el gran Buddha Sostenedor del Vajra, rapto perfecto de la iluminación,
cantó esta melodía innata y sin nacimiento que así escuché:

Mente ordinaria: ¡qué asombrosa!

La práctica preliminar es el triple reposo natural.
La práctica principal libera las cuatro faltas en su propia base.
En el momento de la culminación, los cuatro cuerpos de la iluminación surgen por sí mismos.

El voto preliminar es el vajra secreto.
Las plegarias y la compasión enriquecen la experiencia meditativa.
Todo cuanto aparece pasa a formar parte del camino.

La realización manifiesta es la no meditación sin distracción.
Mezcla esto con el estado libre de pensamientos para integrarlo en el camino.
La clara luz y las miradas enriquecen la experiencia.

Tras alcanzar el despertar, combina la claridad con la ausencia de pensamientos.
Considera la luminosidad del día, la noche y el estado intermedio
como los tres cuerpos inseparables de la iluminación que surgen por sí mismos.

Nadie sabe esto, el oculto significado definitivo de los tantras,
que es revelado en una sola instrucción:
No meditación y no distracción.
Familiarizado con ello y manteniéndolo con estabilidad
podrás recorrer todos los caminos y tierras del despertar.
Sin actividad mental, los dos oscurecimientos se purifican en su propia base.
Los tres cuerpos surgen por sí mismos;
el resultado se presenta espontáneamente.

Todos los discursos y tantras enseñan esto, pero por su propia naturaleza permanece oculto:
solo puedes aprenderlo por boca de un maestro espiritual bendito.

En las nubes de pensamientos que se agitan dentro del espacio de la iluminación suprema,
relampaguean las luces de los cinco venenos —¡miralás como la gran sabiduría eterna!,
sin actividad mental, libre de esperanza y temor—.
¡Mente ordinaria, me postro ante ti!

Cuando pidió estos versos vajra [de Niguma], el erudito y realizado Kyungpo Naljor ofreció quinientas medidas de oro a la dakini de la sabiduría, y colocó este texto como si fuera su corazón en un relicario que siempre llevaba en el cuello.