El cómo practicas también cambia. También depende de eso. Si practicas algún tipo de deidad, o protector, o ser iluminado, y mantienes una mentalidad muy rígida y una mente muy obsesionada, eso tampoco ayudará. Y si, por el contrario, tienes la mentalidad de que “Oh, sí, todo es vacuidad y nada realmente importa”, eso tampoco ayuda.
Hay un terreno auténtico en el medio que debemos encontrar. Encontrar esa verdadera base en el medio es comprender el propósito de la práctica misma. Y para comprender verdaderamente el efecto y el propósito de la práctica hay que hacer un retiro en solitario, para decirlo en pocas palabras.
Un retiro en solitario no significa “aislamiento”. El “aislamiento” es por la fuerza, ya sea una obligación religiosa o que la gente te margine o te arrincone; eso es aislamiento; te dejan solo sin elección. La soledad es por elección. Y esa elección tiene que venir sin ninguna obligación ni manipulación religiosa.
La soledad genuina, la comprensión y la importancia de ello, se descubre y se entiende a lo largo del tiempo. Y cuando haces el retiro solitario, tampoco significa que tengas que hacer horas y horas y horas. Es necesario dar más importancia a la calidad de la práctica. La calidad de la práctica es mucho más importante que la duración de la práctica.
Y luego, la calidad de la práctica se reduce a la comprensión que desarrollas cuando reflexionas sobre la realidad del sufrimiento. La gente dice: “Necesito tener una motivación; tengo una motivación malísima; ¿me podrían dar algún consejo, algún método para superar mi pereza y tener más motivación?”. La parte decepcionante es que no. No tengo un método para motivarte, a menos que elijas verlo por ti mismo.
Transformando nuestra emoción ordinaria en claridad por Kyabje Kalu Rinpoche
Asociación de Budistas Internacionales de Hawái – sábado, 19 de febrero de 2022 (21′ 29”)
Continuará …
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