P: ¿Cómo podemos vencer al miedo con la meditación?
R: Practicamos la meditación para tener un sentido de claridad y reconocer propia la naturaleza de la mente.
Cuando no sabemos cómo reaccionar, cuando no sabemos cómo planificar, cuando no sabemos cómo resolver estos problemas y asuntos, cuando no sabemos cómo ofrecer una solución, entonces nos entra el miedo. Cuando no sabemos cómo proteger a nuestra familia, cuando no sabemos cómo resolver las consecuencias negativas de nuestras propias acciones, entonces nos entra el miedo. En ese momento, la realidad del miedo es la de un estado mental que surge sobre del estado de lo desconocido, de las consecuencias de no tener un estado mental realmente claro.
Así que creo que la meditación no solo definitivamente ayuda, sino que ayuda mucho más que eso. Ya que el sentido de la meditación que estamos dispuestos a practicar no es solo obtener una felicidad temporal, o producir una emoción como cuando escalas montañas o andas en bicicleta. El sentido de la meditación es traer una paz interior a nuestro estado mental que verdaderamente independiente de toda la ilusoriedad de nuestra mente. Eso es lo que estamos buscando. Y por lo tanto, para practicar la meditación, pienso una y otra vez en practicar, a nivel de los sutras, con una intención pura, y luego examinar y analizar nuestra intención una y otra vez.
Tener una sensación de claridad sobre nuestras propias intenciones una y otra vez, recordarse a sí mismo las consecuencias, recordarse además el significado de causa y efecto en la vida, y recordarse también la sensación de auténtica autoconciencia. Todos estos puntos son muy importantes.
Así pues, el sentido de la meditación y el desarrollo completo del sentido de la meditación necesita una base muy sólida. Una base sólida no aparece solo porque quieres hacer meditación. Para cumplir el sentido de la meditación es necesario contemplar la realidad del samsara. No está escrito en la pared de los templos, no está en los textos de enseñanza. El samsara es uno mismo, porque uno mismo tiene la falta de conciencia y claridad mental. Cuando uno se da cuenta de eso, entonces se dará el primer paso auténtico en el camino del Buda Shakyamuni.
Creo que no solo debemos practicar la meditación basada solo en el miedo, sino beneficiar a todos los seres sintientes, beneficiarnos a nosotros mismos. Pero necesitamos tener una comprensión más amplia.
Algunas personas dicen: “Necesito controlar mi mente. Necesito controlar mi ira. Necesito controlar mis celos”. Si tienes esta perspectiva, ni siquiera la meditación puede ayudarte. Porque dicen; “¡Oh sí, necesito controlar! Mi esposo no está contento. Mi esposa no es feliz Mi familia no es feliz Los miembros de mi familia y mi compañero de trabajo están haciendo aquello, y yo estoy haciendo esto. Y yo quiero esto, pero ellos quieren aquello. No estoy feliz. No estoy satisfecho”. Esa sensación de frustración siempre está ahí.
Entonces, creo que todos nosotros tenemos esta mentalidad de “necesito controlar” que debemos abandonar. Porque si tienes esta mentalidad de “no puedo controlar a mi esposo, a mi esposa, a mi familia, a mi compañero de trabajo, a mi compañía, a mi gente, a mis vecinos”, luego vienes con la misma actitud a meditar. Así que te dices: “Necesito controlar mis celos. Necesito controlar mi ira. Necesito controlar mi actitud competitiva con otras personas. Necesito controlar”. Pero si comienzas con eso, perderás de inmediato. Porque no es así como funciona. No puedes controlar. Si su perspectiva comienza con “Quiero controlar mi ira”, entonces no va a funcionar. Pero si dices también: “Oh, no puedo controlar mi ira, es demasiado grande y demasiado para mí”, eso tampoco funcionará.
Ver la realidad de la ira tal como es, ver la realidad de los celos tal como es, y luego comprender la causa y efecto y recrear un escenario, no en las peores condiciones, sino recrear un escenario en el que poder comprender “¿De dónde vienen los celos? ¿Y a dónde se disuelven los celos? Cuando los celos realmente funcionan, ¿cómo influyen realmente en mi actitud, mi comportamiento, mis decisiones, mi perspectiva hacia otras personas, mis vecinos, mi familia?”. Y en ese mismo escenario, ¿dónde están los celos en ese mismo momento, con respecto a la forma, con respecto a la imagen, con respecto al peso, con respecto a cualquier tipificación que pueda encontrar.
Entonces comprenderás que no hay ningún sentido de los celos absoluto que has estado creyendo que quieres controlar. Los celos no existen en una forma muy permanente. Y por lo tanto, no hay nada que controlar. La definición de control significa que hay algo aquí y lo tomas, pero en una definición de celos, ira, todo eso, no es algo que pueda pasar de la mano izquierda a la mano derecha, que puedas agarrar, quitar y reemplazar. Cuando entiendes eso, entonces entiendes el samsara. No hay samsara escrito en las enseñanzas del Señor Buda. No hay ningún samsara en la pared de los templos. La realidad del samsara es su estado mental, en el que uno no está dispuesto a renunciar a la realidad de la ilusión en la que creemos firmemente y que está firmemente influenciada por el estado de la ignorancia. Entonces nos diremos: “¡Ah! Me he estado engañando a mí mismo, por lo tanto, debería encontrar la solución; por lo tanto, definitivamente debería practicar”. Y esa motivación genuina indudablemente aparecerá en ese momento.
La otra parte peligrosa es el peligroso grupo de personas que se engañan a sí mismas cuando descubren que los celos no existen, cuando descubren que la ira no existe pero entra en juego su ego. Así que se dicen: “¡Oh, mírame! ¡Ahora me doy cuenta de que todo es vacío! ¡Todo es vacío!”. Y tienen este tipo de actitud muy egoísta, egoísta y egocéntrica, en la que, al mismo tiempo, hablan mucho sobre el vacío. Ese tipo de actitud de vacío tampoco resolverá el problema. Por lo tanto, no vayas demasiado hacia los extremos en ambos lados. Eso es todo.
Con amor y respeto de Kalu Rinpoche
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26 de Abril de 2020
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